Turismo con (y sin) animales

11agostoPor Carmen Ibarlucea @CIbarlucea de EQUO Derechos de los Animales

Quienes amamos a los animales solemos formar familias interespecies, y eso suele ser un problema a la hora de viajar, aunque afortunadamente cada vez más hay alojamientos que comparten esta filosofía de vida; son los llamados alojamientos pet-friendly.

Son sobre todo los alojamientos rurales y los campings, quienes nos dan la facilidad de viajar en familia de forma completa, y hay varias webs y guías que nos ayudan en la tarea de encontrar estos establecimientos que están por toda la península ibérica. Según un estudio de 2013 más del 22% de las casas rurales y un 81% de los campings reciben con los brazos abiertos a las familias compuestas de humanos y perros. Como en casi todo lo que se refiere a bienestar animal, en Europa nos llevan la delantera y es mucho más fácil al subir hacia el norte encontrar lugares donde nuestros perros sean bienvenidos.

La otra cara del turismo con animales está en esos viajes llamados viajes de naturaleza, donde vamos a encontrarnos con animales y donde debemos recordar que compartimos este hogar en igualdad de condiciones. Sin embargo, esto no siempre sucede y por eso, el uso de animales como objetos de entretenimiento no debería estar entre nuestras actividades. La exhibición de animales salvajes es una actividad lucrativa que suele estar basada en el maltrato en las primeras etapas.

El turismo como actividad económica tiene grandes ventajas, y cada vez más la gente opta por un turismo de observación animal; pero es clave que esa actividad sea responsable con sus hábitats y su modo de vida. Por eso çmismo, la persona que viaje tiene el poder de cambiar las cosas al hacer su elección de destino y de actividad. Tanto si vamos a observar lobos en la Sierra de la Culebra (Zamora) o a conocer las islas griegas, nuestra fascinación por la naturaleza no puede poner en riesgo la vida salvaje, ni propiciar la continuidad del maltrato.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que en muchos territorios ese tipo de turismo compite con actividades ganaderas como por ejemplo es el caso del lobo; donde la deficiente protección de este animal está reduciendo su número de forma alarmante.

Por último, y sobre todo, no participar en el comercio de animales. Los santuarios o los centros de recuperación de primates están llenos de animales que han llegado en una maleta, y eso además del sufrimiento de estos seres inocentes tiene altos costes económicos para la ciudadanía que debe mantenerlos con fondos privados, o mediante subvenciones.

Desde EQUO proponemos una serie de medidas para que turismo y animales sean compatibles:

  • Regular y propiciar el ecoturismo de animales incluidas las actividades de observación directa y  fotografía.
  • Fomentar la educación y concienciación sobre la importancia ecológica de los  grandes depredadores.
  • Favorecer espacios donde nuestros animales sean bienvenidos.
  • Favorecer y visibilizar los establecimientos y actividades que permiten hacer turismo con animales.
  • Impulsar el acondicionamiento de las instalaciones en playas, balnearios o complejos rurales.